En el país vasco aún podemos ver a las quinceañeras lucir vaporosos vestidos, hacer la ceremonia del cambio de zapatos y bailar el vals con su padre, familiares y un galante chambelán.
Similar a esta costumbre, está la de la tradición anglosajona que celebra con bombos y platillos los llamados “Dulces Dieciséis” y que en muchos lugares de Estados Unidos todavía se espera con gran entusiasmo por parte de toda la comunidad (sino vean el gran éxito que tiene el reality de MTV “Super Sweet Sixteen”).
Pero en los países anglo de Europa como Inglaterra y Alemania e incluso otros de orígenes distintos esta práctica se ha ido perdiendo -por lo menos en las grandes ciudades- para dar paso a algo más moderno, donde las dueñas del santo tienen total libertad para crear su propia celebración.
Las discotecas son el lugar favorito para celebrar las fiestas de quince años. Algunas cumpleañeras piden a sus invitados ir en “sport elegante”, usando ellas mismas lindos vestidos sin llegar a ser muy suntuosos y recibiendo a los asistentes desde el inicio.
Por supuesto, la familia está presente, ya que generalmente se ocupa de todos lo preparativos y también sirve de anfitriona, aunque sin realizar discursos ni otras formalidades similares.
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