En primer lugar, hay que tener en cuenta la cantidad y familiaridad que tengamos con los asistentes (si son parientes o amigos, etc.). De acuerdo a ello, debemos reunirlos en mesas con una capacidad aproximada de entre 6 a 8 personas, que es el promedio recomendado para que interactúen, tanto en los momentos formales como de mayor diversión.
Pero si no disponemos de mesas o el área suficiente para colocarlas, basta con poner sillas que rodeen el espacio central en el cual se llevará a cabo el baile, aunque dejando libre la pared trasera al área del buffet y de ceremonia (donde se celebrará el discurso o actuará la orquesta).
Es recomendable separar los asientos más cercanos al número artístico para la familia e ir ubicando a las amistades de acuerdo al orden de llegada. Aquí también hay que separar lugares para nuestros amigos y los de nuestros padres.
La regla de oro es que todos puedan convivir en un mismo espacio y transitar libremente sin elementos que obstruyan el paso. Por favor, que no se nos ocurra enviar a nadie a un lugar donde no pueda apreciar el espectáculo o hacerlo sentir apartado.
Solo hay que organizar con anticipación la distribución de los asientos y podremos disfrutar a nuestras anchas de la fiesta, que finalmente es para todos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario