Además de las fotos de la fiesta, tenemos que preparar una sesión personal en donde luzcamos nuestro ajuar y accesorios como si fuéramos unas modelos profesionales. Y sobre todo, en las que se deje notar con cuánta alegría esperamos esa fecha.
Lo primero que hay que tener en cuenta es el número de locaciones; por lo menos se recomiendan dos. Una en exteriores a plena luz del día (los más usados son lugares con áreas verdes, como un parque o jardín). Y otra en interiores, que por lo general es la propia casa de la quinceañera o el salón de fiesta (claro, antes de que lleguen los invitados).
También hay que considerar los cambios de maquillaje y accesorios, ya que en la primera parte de la sesión se suele usar tonalidades más claras y hasta un peinado y joyas distintas para resaltar la transformación del look final.
Luego viene el momento de cierre, en el que se suele retratar a la quinceañera con sus familiares y amigos cercanos dentro de un ambiente íntimo y elegante (que como dije antes es aparte de las fotografías de la fiesta).
Algunas chicas realizan una sesión adicional con un tema especial, que puede basarse en una cultura, personaje o en su hobbie favorito. E inclusive les puede ser muy útil como book a las interesadas en el mundo de las pasarellas.
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