A qué chica no le gustaría lucir la silueta perfecta, sobre todo cuando tiene que ser la anfitriona de un gran acontecimiento, en este caso, su propia fiesta de quince años. Si los kilitos extra nos han jugado una mala pasada o simplemente queremos afinar la cintura, hay un accesorio ideal para mostrar las curvas soñadas: el corsé.Quién diría que esta prenda usada en la antigüedad para diferenciar a las mujeres por su clase social hoy se convertiría en una de las más fashion y sexys del guardarropa femenino. Sin duda, la combinación de su forma, diseño y textura se muestran en todo su esplendor en la figura de una chica de quince.
Hay dos maneras de llevar el corsé. La primera es entre la ropa interior y vestido. Y la segunda como parte de él. En ambos casos hay que ceñirlo al cuerpo de manera que no se salga de su lugar pero que tampoco nos impida movilizarnos con normalidad (¡cuánto habrán sufrido las mujeres antiguas!).
Aunque se siga llevando el lazo cruzado en la parte de la espalda, ahora se utiliza un cierre interno para que no se note la piel. Para colocar el corsé no hay que sacar el lazo, sino graduarlo hasta que quede una separación de 4 a 6 centímetros. Si excede o falta a esta medida, quiere decir que la prenda no es de nuestra talla.
El corsé también tiene un cierre delantero que ayuda a marcar más la silueta, especialmente en el escote, que suele tener forma de corazón con encajes que lo hacen más delicado. Claro que podemos añadirle un par de tiras para mayor seguridad.
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