El día de nuestro quinceañero nos veremos obligadas a cargar con diversos tipos de cosméticos en el rostro y aunque puedan ser un tanto incómodos harán que nos veamos aún más lindas, siempre y cuando, los apliquen bien. No podemos permitir que ese día nos maquillen de forma exagerada (así sea un profesional quien lo hace) o peor aún en colores que no vayan a tono con nuestro vestido y piel.
Lo mejor es hacer un par de pruebas unas semanas antes de nuestra fiesta de cómo nos podrían maquillar. Hay cosas que puedes decirle al maquillador que ayudarán a que te sientas más cómoda con lo que te está aplicando, por ejemplo háblale detalladamente sobre los colores de tu vestido (si usarás uno o varios) y cómo te has maquillado anteriormente, si no te has puesto nunca delineador bajo de los ojos o si eres alérgica a algún tipo de maquillaje o marca.
Si hay algo que no te gusta mientras te maquillan debes decirlo rápido para que lo tenga en cuenta, no querrás sentirte como un payaso en tu fiesta. Lo más importante es que una vez que te veas al espejo, no te sientas mal ni recargada o peor aún como alguien que no eres tú. Debes verte a ti misma pero aún más linda de lo que ya eres y especialmente cómoda, libre para divertirte al máximo y verte bien todo el tiempo.